El pan de centeno es un pan denso y oscuro, elaborado principalmente con harina de centeno, que le da una textura compacta y un sabor ligeramente ácido. Este tipo de pan es tradicional en muchas culturas, especialmente en Europa del Norte y Europa Central, como en Alemania y Escandinavia, donde se consume a diario debido a sus propiedades nutritivas y su versatilidad en la cocina.

Desde el punto de vista nutricional, el pan de centeno es una excelente fuente de fibra soluble e insoluble, lo que lo convierte en un aliado para la digestión y la salud intestinal. Además, su contenido de vitaminas del grupo B, como el ácido fólico y la niacina, favorece el metabolismo energético y la función nerviosa. También aporta minerales como el magnesio, hierro y zinc, que contribuyen a la salud ósea, al fortalecimiento del sistema inmunológico y a la producción de energía.

Este pan tiene un bajo índice glucémico, lo que lo hace ideal para personas que buscan controlar sus niveles de azúcar en sangre. Es adecuado para consumir durante todo el año, especialmente en el otoño e invierno, cuando su sabor terroso complementa bien sopas, guisos y platos más reconfortantes. También es ideal para preparar sándwiches o tostadas.