La verdolaga, conocida científicamente como Portulaca oleracea, es una planta suculenta que se ha utilizado tanto en la cocina como en la medicina tradicional. Esta hierba crece en diversas regiones del mundo y es valorada por su sabor ligeramente ácido y su textura crujiente. La verdolaga es rica en nutrientes, destacándose por su alto contenido de ácidos grasos omega-3, vitamina C, vitamina E y minerales como el hierro y el calcio. Una porción de 100 gramos de verdolaga proporciona aproximadamente 20 calorías, lo que la convierte en un alimento bajo en calorías, pero denso en nutrientes.

Su temporada de consumo varía según la región, pero generalmente se cosecha durante la primavera y el verano, cuando las condiciones son más propicias para su crecimiento. La verdolaga puede consumirse fresca en ensaladas, guisos, o como guarnición, y se puede cocinar de diversas maneras, incluyendo salteados y sopas. Además de su valor nutricional, esta planta también se ha utilizado tradicionalmente por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Incorporar verdolaga en la dieta puede ser una excelente manera de aumentar la ingesta de nutrientes esenciales y disfrutar de sus beneficios para la salud.