El ají es el fruto de varias especies del género Capsicum, perteneciente a la familia de las solanáceas. Existen muchas variedades, que pueden ser dulces o picantes, con colores que van desde el verde hasta el rojo, amarillo, naranja y morado. Es un ingrediente fundamental en la cocina latinoamericana, asiática y africana, aportando sabor, aroma y, en muchas ocasiones, un toque picante característico debido a la capsaicina, el compuesto responsable del picor.

Desde el punto de vista nutricional, el ají es una excelente fuente de vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico y mejora la absorción del hierro. También aporta vitamina A, beneficiosa para la piel y la vista, y antioxidantes como los carotenoides y flavonoides, que ayudan a combatir el estrés oxidativo. Su contenido en fibra favorece la digestión, y contiene minerales como potasio y magnesio, importantes para la función muscular y cardiovascular. La capsaicina presente en los ajíes picantes tiene propiedades antiinflamatorias y puede estimular el metabolismo.

Su temporada óptima de consumo depende de la variedad y la región, pero en general, los ajíes se cosechan en verano y otoño. Se utilizan frescos, secos, en salsas, encurtidos y condimentos.