Los rosquetes de naranja y limón son un dulce tradicional de la repostería casera, conocido por su aroma cítrico y textura esponjosa. Se elaboran con ingredientes básicos como harina, azúcar, huevos, aceite o manteca, ralladura y zumo de naranja y limón, además de un toque de anís o canela en algunas versiones. Suelen tener forma de aro o rosquilla y pueden freírse o hornearse, dependiendo de la receta.

Desde el punto de vista nutricional, estos rosquetes aportan hidratos de carbono, proporcionando energía rápida. Los cítricos les añaden vitamina C y antioxidantes, mientras que los huevos y la manteca o aceite aportan proteínas y grasas. Sin embargo, debido a su contenido en azúcares y grasas, se recomienda disfrutarlos con moderación dentro de una alimentación equilibrada.

Se pueden consumir todo el año, aunque son más típicos en primavera y otoño, cuando los cítricos están en su mejor momento. Son ideales para acompañar café, té o chocolate caliente y se pueden espolvorear con azúcar glas o bañar en glaseado para un toque extra de dulzura. Su combinación de sabores los convierte en un bocado irresistible para los amantes de los postres caseros.