El membrillo es una fruta de otoño que pertenece a la familia de las Rosáceas y es conocida por su aroma dulce y sabor agridulce. Esta fruta, originaria del suroeste de Asia y del sureste de Europa, es de forma redondeada o en forma de pera y tiene una piel amarilla brillante cuando está madura. El membrillo es apreciado por su versatilidad en la cocina y se utiliza tanto en platos dulces como salados. Desde el punto de vista nutricional, el membrillo es bajo en calorías y grasa, pero es rico en fibra dietética, lo que lo convierte en un excelente alimento para la salud digestiva. También es una buena fuente de vitamina C, que es esencial para el sistema inmunológico y la piel saludable. Además, contiene cantidades moderadas de minerales como el potasio y el magnesio. La temporada de consumo del membrillo es típicamente desde finales de otoño hasta principios de invierno.

El membrillo es comúnmente utilizado para hacer mermeladas, jaleas y dulces debido a su alto contenido de pectina, una sustancia que se espesa al cocinarla. También se puede asar, hornear o hervir para hacer postres como el dulce de membrillo, una especie de «dulce» muy popular en algunos países. Además, se puede utilizar como acompañamiento para carnes y quesos, ya que su sabor agridulce complementa bien una variedad de platos.

En resumen, el membrillo es una fruta versátil y deliciosa que ofrece una variedad de beneficios para la salud. Con su alto contenido de fibra, vitamina C y minerales, es una excelente adición a una dieta equilibrada. Disponible durante el otoño e invierno, el membrillo es una opción deliciosa y única para disfrutar en una variedad de preparaciones culinarias, desde dulces hasta platos salados.