El vino es una bebida alcohólica obtenida de la fermentación de las uvas, cuyas características varían dependiendo del tipo de uva, el clima de la región donde se cultiva y el proceso de vinificación. Existen diferentes tipos de vino, siendo los más conocidos el vino tinto, blanco y rosado, cada uno con sus particularidades en cuanto a sabor, aroma y cuerpo. El vino tinto, por ejemplo, se caracteriza por su sabor más robusto y sus notas de frutas rojas o negras, mientras que el vino blanco suele ser más ligero y fresco.

Desde el punto de vista nutricional, el vino tiene un contenido calórico moderado, que varía dependiendo del tipo de vino y su contenido de azúcar. Un vaso de vino tinto (aproximadamente 150 ml) contiene alrededor de 125 calorías. Además, el vino es conocido por su contenido de antioxidantes, especialmente los polifenoles como el resveratrol, que se ha asociado con beneficios para la salud cardiovascular. Sin embargo, el consumo debe ser moderado, ya que el vino también contiene alcohol, que puede tener efectos negativos en la salud si se consume en exceso.

El vino se disfruta durante todo el año, aunque en otoño e invierno es especialmente popular, acompañando comidas pesadas o platos de carne, mientras que en primavera y verano los vinos blancos y rosados son preferidos por su frescura y ligereza.