El queso fresco ahumado es una variedad de queso fresco que se somete a un proceso de ahumado, lo que le otorga un sabor distintivo y un aroma ahumado característico. Aunque mantiene las propiedades de suavidad y cremosidad del queso fresco, el proceso de ahumado le da una capa adicional de sabor y una textura ligeramente más firme. Este tipo de queso se puede elaborar con diferentes tipos de leche, como la de vaca, cabra o oveja, y su color varía dependiendo de la intensidad del ahumado, generalmente presentando un tono más oscuro en su corteza.
Desde el punto de vista nutricional, el queso fresco ahumado conserva las propiedades del queso fresco, siendo una buena fuente de proteínas, calcio y vitamina A. Sin embargo, al ser ahumado, puede contener sal adicional debido al proceso de curado, por lo que se recomienda consumirlo con moderación, especialmente para personas que controlan su ingesta de sodio. También aporta ácidos grasos esenciales y es relativamente bajo en lactosa, lo que lo hace adecuado para algunas personas con intolerancia a este azúcar.
El queso fresco ahumado puede consumirse durante todo el año y es ideal para añadir a ensaladas, bocadillos, o como aperitivo, gracias a su sabor único. Como es un queso fresco, su vida útil es corta, por lo que se debe mantener refrigerado y consumirlo dentro de unos días después de su compra.