El poleo (Mentha pulegium) es una planta aromática perteneciente a la familia de las mentas, conocida por su intenso aroma y propiedades medicinales. Se cultiva en muchas regiones de clima templado y suele encontrarse en estado silvestre cerca de ríos y zonas húmedas. Sus hojas, pequeñas y de color verde intenso, se utilizan tanto frescas como secas.

Desde el punto de vista nutricional, el poleo no se consume en grandes cantidades, pero aporta antioxidantes, vitaminas A y C, y compuestos fenólicos con propiedades antiinflamatorias y digestivas. Su infusión es popular por sus efectos relajantes y su capacidad para aliviar problemas digestivos, como gases y cólicos. También tiene propiedades expectorantes y se ha utilizado tradicionalmente para aliviar síntomas de resfriados.

Su temporada óptima de recolección es en verano y otoño, cuando sus hojas tienen la mayor concentración de aceites esenciales. Se consume principalmente en infusiones, aunque también se puede usar para aromatizar platos y postres. Debido a su potencia, se recomienda moderación en su consumo, especialmente en mujeres embarazadas.