La haba seca sin vaina es una legumbre que se obtiene al secar las semillas de la planta de la haba (Vicia faba), una leguminosa de la familia Fabaceae. A diferencia de las habas frescas, las habas secas se conservan durante mucho más tiempo y se utilizan en una amplia variedad de platos, como sopas, guisos y purés. Para prepararlas, generalmente es necesario cocerlas antes de consumirlas, ya que las habas secas son duras cuando están crudas. Son muy valoradas en la cocina mediterránea, asiática y de Oriente Medio.

En cuanto a su valor nutricional, las habas secas son una excelente fuente de proteínas vegetales, lo que las convierte en una opción ideal para quienes siguen dietas vegetarianas y veganas. También son ricas en fibra, lo que contribuye a la salud digestiva y a la regulación del azúcar en la sangre. Además, contienen vitaminas del grupo B, como la vitamina B9 (ácido fólico), que es esencial para la formación de células sanguíneas, así como minerales como hierro, magnesio y potasio, que favorecen la salud cardiovascular.

La temporada de consumo de las habas secas es todo el año, ya que pueden almacenarse durante largos periodos después de la cosecha. Sin embargo, su cosecha fresca se realiza típicamente en primavera y principios de verano.