Las calas cortadas (Zantedeschia spp.) son flores elegantes y sofisticadas, ampliamente utilizadas en arreglos florales debido a su forma distintiva y colores vibrantes, que van desde el blanco y amarillo hasta tonos más oscuros como el morado y el rosa. Son muy apreciadas por su aspecto delicado y la versatilidad que brindan en ramos y decoraciones. A pesar de su apariencia refinada, las calas son relativamente fáciles de cuidar cuando se cultivan en el lugar adecuado.

En cuanto al mantenimiento, las calas requieren un suelo bien drenado, preferiblemente rico en materia orgánica. Necesitan luz indirecta o semisombra, ya que la exposición directa al sol puede quemar sus hojas. La temperatura ideal para su crecimiento es entre 18°C y 24°C. Es importante mantener el sustrato constantemente húmedo, pero evitando el encharcamiento, que podría causar pudrición de las raíces. Durante el crecimiento, es recomendable fertilizar las plantas con un fertilizante equilibrado para asegurar una floración abundante.

La época de siembra de las calas es generalmente en primavera, cuando las temperaturas son más cálidas y estables. Se pueden cultivar a partir de rizomas o bulbos, que deben plantarse a una profundidad de 5 a 10 cm. Las calas florecen durante el verano y a principios de otoño, dependiendo de las condiciones climáticas y el cuidado que reciban.