Las asaduras son un conjunto de vísceras comestibles del animal, generalmente de cerdo o cordero, que incluyen el hígado, pulmones, corazón y, en algunos casos, el bazo. Son un ingrediente fundamental en la gastronomía tradicional de muchas culturas, especialmente en España y América Latina, donde se utilizan en guisos, asados y embutidos.
Desde el punto de vista nutricional, las asaduras son muy ricas en proteínas, hierro, zinc y vitaminas del grupo B, especialmente B12 y ácido fólico, lo que las convierte en un alimento altamente nutritivo. Son una excelente fuente de hierro hemo, de fácil absorción, por lo que se recomiendan para prevenir la anemia. Sin embargo, también contienen colesterol y purinas, por lo que su consumo debe ser moderado en personas con problemas cardiovasculares o ácido úrico elevado.
Se pueden consumir todo el año, aunque son más populares en otoño e invierno, cuando los platos contundentes y energéticos son más apetecibles. Se preparan de múltiples maneras: guisadas con ajo y especias, fritas, a la plancha o en embutidos como la morcilla. En algunas regiones, se incluyen en parrilladas junto con otras partes del animal.