El ajo es un bulbo subterráneo ampliamente utilizado en la cocina y valorado por sus beneficios para la salud. Originario de Asia Central, se cultiva en todo el mundo y se ha utilizado durante siglos tanto como condimento como por sus propiedades medicinales. El ajo es una excelente fuente de compuestos bioactivos, incluidos los antioxidantes y los compuestos sulfurados, que se cree que ofrecen una amplia gama de beneficios para la salud.

Nutricionalmente, el ajo es bajo en calorías pero rico en nutrientes importantes. Contiene cantidades significativas de vitamina C, vitamina B6 y manganeso, así como compuestos como la alicina, que se cree que poseen propiedades antibacterianas y antifúngicas. Además, el ajo se ha asociado con la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, la mejora de la salud del sistema inmunológico y la capacidad para combatir la inflamación.

En cuanto a la temporada de consumo, el ajo está disponible durante todo el año en la mayoría de los lugares, ya que se almacena bien y se puede encontrar tanto fresco como seco. Sin embargo, la cosecha principal generalmente ocurre en el verano y el otoño, lo que significa que el ajo fresco puede ser más abundante y sabroso durante esos meses. El ajo se puede incorporar en una amplia variedad de platos, desde salsas y aderezos hasta platos principales y guisos, añadiendo un sabor único y delicioso a la cocina.