La alcachofa es una hortaliza reconocida por sus hojas carnosas y su corazón tierno, y es apreciada tanto por su sabor único como por sus beneficios para la salud. Originaria de la región mediterránea, la alcachofa ha sido un elemento básico en la cocina durante siglos y se cultiva en todo el mundo por su valor culinario y nutricional.
En términos de valor nutricional, la alcachofa es baja en calorías y rica en fibra, lo que la convierte en una opción ideal para quienes buscan mantener un peso saludable y mejorar la salud digestiva. También es una buena fuente de vitaminas y minerales, incluidos folatos, vitamina C, vitamina K, magnesio y potasio. Además, contiene compuestos antioxidantes que pueden ayudar a proteger contra enfermedades crónicas y mejorar la salud del corazón.
La temporada de consumo de la alcachofa varía según la región, pero generalmente se encuentra disponible durante la primavera y principios del verano, aunque también se pueden encontrar algunas variedades en otoño. Las alcachofas frescas están en su mejor momento durante estos meses, y se pueden disfrutar cocidas al vapor, asadas, salteadas o incluso crudas en ensaladas. Además de su delicioso sabor, la alcachofa es versátil en la cocina y puede incorporarse en una variedad de platos, desde entrantes hasta guarniciones y platos principales.