La focaccia blanca con romero es una deliciosa variante de este pan tradicional italiano, caracterizada por su sencilla pero sabrosa combinación de ingredientes. Al igual que la focaccia clásica, se elabora con harina, agua, levadura, aceite de oliva y sal, pero se distingue por la ausencia de ingredientes adicionales como tomate o aceitunas. El toque especial de esta versión es el romero fresco, que se espolvorea generosamente sobre la superficie antes de hornearla, aportando un aroma y sabor intensos que hacen de cada bocado una experiencia única. La textura de la focaccia blanca con romero es suave por dentro, con una corteza ligeramente crujiente en el exterior.

Desde el punto de vista nutricional, la focaccia blanca con romero es una buena fuente de carbohidratos complejos, que proporcionan energía de liberación lenta. El aceite de oliva, presente en abundancia, contribuye con grasas saludables, en particular ácidos grasos monoinsaturados que favorecen la salud cardiovascular. Además, el romero es rico en antioxidantes y tiene propiedades antiinflamatorias.

Este pan es perfecto para consumir durante todo el año, especialmente en primavera y otoño, cuando el romero está en temporada y se pueden disfrutar sus frescos aromas. Ideal para acompañar sopas, ensaladas o como aperitivo en comidas informales.