La calabaza Hokkaido (Cucurbita maxima) es una variedad de calabaza de invierno originaria de Japón, reconocida por su forma redonda, tamaño pequeño y piel dura de color naranja o rojo intenso. Su pulpa es densa, dulce y ligeramente nuez, lo que la hace muy versátil en la cocina. A diferencia de otras calabazas, su piel es comestible cuando se cocina.
Desde el punto de vista nutricional, la calabaza Hokkaido es una excelente fuente de vitamina A en forma de betacarotenos, esenciales para la salud ocular y la piel. También aporta vitamina C, que refuerza el sistema inmunológico, y vitamina E, con propiedades antioxidantes. Es rica en fibra, lo que favorece la digestión, y contiene minerales como potasio, magnesio y hierro, beneficiosos para la función muscular y el sistema circulatorio. Su bajo contenido calórico la hace ideal para dietas equilibradas.
Su temporada óptima de consumo es en otoño e invierno, cuando ha alcanzado su madurez y su sabor es más intenso. Se puede cocinar asada, en sopas, cremas, guisos, purés, al vapor o incluso en repostería.