El pepinillo es un fruto pequeño y alargado, perteneciente a la misma familia que el pepino, pero de menor tamaño y con una piel más rugosa. Se cultiva en climas templados y suelos bien drenados, siendo muy apreciado en la gastronomía por su versatilidad y sabor refrescante. Su uso más común es en su forma encurtida, lo que le da un característico sabor ácido y crujiente.
Desde el punto de vista nutricional, el pepinillo es un alimento bajo en calorías y rico en agua, lo que lo convierte en una opción hidratante y ligera. Aporta fibra, beneficiosa para la digestión, y contiene pequeñas cantidades de vitamina C, que refuerza el sistema inmunológico, y vitamina K, esencial para la coagulación sanguínea y la salud ósea. Además, proporciona minerales como el potasio, importante para la función muscular y el equilibrio de líquidos en el cuerpo. En su forma encurtida, su contenido en sodio aumenta debido al proceso de conservación.
Su temporada óptima de consumo es en verano y principios de otoño, cuando se cosecha en su punto ideal de frescura. Se consume fresco en ensaladas o procesado en vinagre, siendo un ingrediente clave en salsas, bocadillos y aperitivos.