El kiwi (Actinidia deliciosa) es una fruta pequeña y ovalada, cubierta con una piel marrón y peluda, que revela una pulpa verde brillante con pequeñas semillas negras. Originalmente nativo de China, el kiwi se cultiva ahora en varias regiones del mundo, especialmente en Nueva Zelanda, Italia y Chile. Su sabor combina notas dulces y ácidas, y su textura es jugosa y refrescante, lo que lo convierte en una fruta popular en ensaladas, batidos, postres y como acompañamiento.
En términos de valor nutricional, el kiwi es una fuente excepcional de vitamina C, con una sola fruta que cubre más del 100% de la cantidad diaria recomendada. Esta vitamina es fundamental para el sistema inmunológico, la salud de la piel y la protección contra los daños de los radicales libres. Además, el kiwi contiene fibra, lo que ayuda a la digestión y promueve un intestino saludable. También es rico en vitamina K, vitamina E, folato y minerales como potasio y magnesio, que son esenciales para la función cardiovascular y el equilibrio de líquidos en el cuerpo.
La temporada de consumo del kiwi varía según la región, pero generalmente, los kiwis frescos se cosechan entre mayo y noviembre en países productores como Nueva Zelanda y Chile. Aunque la fruta está disponible durante todo el año debido a su cultivo en distintas zonas del mundo, los meses de invierno y primavera son cuando se encuentran en su mejor momento de frescura y sabor.